La educación como un proceso social implica una red de influencia dentro del asunto humano y humanizador, se apoya sobre los hombros de las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTIC), que son hoy una variante de representación de acción educativa, este proceso se debe a que dichas tecnologías están generando nuevas percepciones y oportunidades en los múltiples ámbitos de las relaciones sociales, y con ello, en la dinámica de la vida diaria de hoy, planteando un reto constante de redefinición a las iniciativas educativas en todos los niveles a escala mundial. Por tanto, la incorporación de las NTIC, como un nuevo componente del modelo pedagógico, exige a la teoría educativa pasos particulares de análisis y compresión de la eficacia de estos nuevos instrumentos en el aprendizaje. http://www.educa2.madrid.org/cms_tools/files/5a6a5e42-8ca4-457d-9a0b-7734bacbe516/entornos_virtuales_de_aprendizaje_eva.html
Determinar este alcance educativo es un propósito de las investigaciones actuales, convirtiéndose en la oportunidad de exploración dentro de la especialización Informática y multimedia en la educación, para considerar la plataforma virtual moodle como una dimensión pedagógica apropiada y necesaria a la vez.
Esta transformación de la relación educativa promovida por la tecnología merece una atención distinta, por consiguiente deben estimase estructuras de acción externas para la reconfiguración de los marcos del pensamiento de los estudiantes y los docentes (sujetos del proceso educativo) objeto de análisis de grandes investigadores tales como:
Vigostky, los procesos mentales humanos se consideran de manera general, funciones de la actividad mediada:
Esto es, el vector de análisis para entender el desarrollo hacia las funciones mentales superiores está dado a partir de la comprensión de que la internalización, la reconstrucción interna de una actividad externa, es posible gracias a la regulación que ejercen los instrumentos culturales de mediación en los sujetos en contextos sociales de relación. La mediación, por tanto, es el tema central en esta perspectiva psicológica que supone la actividad mediadora como principio constructor de lo específicamente humano: la cognición. Por ello, para el marco de la teoría sociocultural, la actividad humana no está entendida como simple respuesta o reflejo frente a un estimulante, la actividad implica un componente de transformación regulado a partir de los instrumentos -simbólicos y físicos- que la cultura proporciona al sujeto en interacción, y que tienen además, la particularidad de mediar la relación del sujeto con el mundo, con los hombres y consigo mismo[1]
Por ende utilizar la plataforma virtual con los estudiantes supone cambiar las estructuras de pensamiento al utilizar una herramienta que antes no lo habían hecho, fomentando la autonomía para fijarse responsablemente horarios de trabajo individual e interactuar tanto con la docente y a la vez los compañeros. Por otra parte tener la alternativa de contrastar sus reflexiones sin temores, con más libertad de acción y pensamiento, poder preguntar, concluir, averiguar consultando otros autores, es lo que le da el dinamismo y la amplitud a la clase.
Como dice Bruner (1999, 12) La cultura forma parte de la mente que nos aporta la caja de herramientas a través de la cual construimos no sólo nuestros mundos sino nuestras propias concepciones de nosotros mismos y nuestros poderes". Sin embargo, la instrumentalización de la mente no debe ser entendida sólo como una metáfora de comprensión, sino que debe ser concebida como la explicación de su desarrollo. Esto es, el proceso por el cual añadimos un componente de transformación o una nueva forma de organizar -regular- nuestra cognición, es posible en virtud de los instrumentos de mediación[2].
Permite establecer unos puntos de partida los cuales apoyan la necesidad de cambiar los enfoques escolares más habituales, al introducir un nuevo contexto social-cultural, proponiendo una actividad mucho más rica de lo que a primera vista pueda pensarse, integrando los aspectos sociales, afectivos, intelectuales y prácticos en la realización de tareas, en ella hay intercambio simbólico y utilización de herramientas culturales para la mediación y profundización de las diferentes asignaturas.
Desde el punto de vista tecnológico está la concepción de:
Quintanilla, 1998). Extendiendo esto a un EVA (Entorno Virtual de Aprendizaje), por definición, sería entonces: un sistema de acción que basa su particularidad en una intención educativa y en una forma específica para lograrlo a través de recursos infovirtuales, orientando una forma de actuación educativa dentro de unos márgenes tecnológicos.
[1] SUÁREZ GUERRERO, Cristóbal en file:///C:/Documents%20and%20Settings/Windows%20Xp/Mis%20documentos/marlencitaespecializaci%C3%B3n/entorns%20virtuales.htm
[2] SALAZAR VELÁSQUEZ, Javier Ignacio. Mente, Conocimiento y Cultura. En http://tesis.udea.edu.co/dspace/bitstream/10495/438/1/JeromeBrunerMenteConocimientoCultura.PDF
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