lunes, 27 de septiembre de 2010

EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN EN LA ERA DEL CONOCIMIENTO

Cuando se habla de la era del conocimiento los intelectuales, docentes y administradores de centros educativos talvez lo tienen claro, pero para algunas personas no, suena como a película, artículo de revista, o titular de algún periódico. Para destapar un poco el velo del tema, me atrevo a preguntar ¿Qué trata la era del conocimiento?

La era del conocimiento está relacionada con el cambio en las relaciones sociales, los avances científicos, las fuerzas productivas, las nuevas tecnologías, que reestructuran las relaciones laborales, las altas cuotas de conocimiento, múltiples fuentes de información, la educación virtual, quién esté actualizado en lo anterior y maneje la información con total competencia, se puede decir que ha ingresado en el camino del poder, denominado era del conocimiento. Ya que todo conocimiento es poder.

Como educadora y al planear cada clase me pregunto: Si lo que voy a trabajar tiene sentido, para hacer felices a los estudiantes, para atender las expectativas de los padres de familia, coordinadores, rectores, demás docentes y en especial, lo que los estudiantes quieren y necesitan? ¿Si verdaderamente los estoy preparando en competencias, dadas las múltiples necesidades de cambio y adaptación, a las que deben enfrentarse en la vida?, ¿Estaré revaluando las practicas pedagógicas en el contexto académico de esta era?

De aquí surge la importancia de la comprensión de la sociedad del conocimiento y la información, en el desarrollo de los roles del educador moderno, cuando todos tenemos derecho a la educación, para lograr el desarrollo personal y social.

El hombre actual busca el desarrollo científico, dentro de la contradicción: unos buscan la paz, otros la carrera armamentista, unos la libertad, mientras otros buscan oprimir, sin embargo esas continuas luchas han dirigido la educación dentro de la sociedad, a modo de una herramienta, con la cual se puede optar por una mejor calidad de vida, pero en especial donde se pueden obtener las competencias necesarias para desenvolverse de manera adecuada dentro de esta sociedad del conocimiento.

Liderada por un nuevo orden internacional, evolución de los cambios de la era de la información a situaciones incontables, en el ámbito geopolítico y económico que estima la transformación del mundo actual. Hace conjeturas de los avances científico-técnicos y de las nuevas tecnologías de la información, la cibernética, la robótica, la genética, la energética, etc. impulsan a su vez un cambio de las relaciones sociales de producción, determinando las esferas de las relaciones laborales, y modificando por lo tanto los roles productivos de las organizaciones corporativas, así como incentivando a los conocimientos asertados y actualizados de las técnicas, al comportamiento organizacional-administrativo, y las conductas humanas en el marco concreto de un cambio de la humanidad, basado en la naturaleza del control del conocimiento, como verdadera moneda de cambio para lo productivo y lo laboral. Leer Los paradigmas de la Era del conocimiento: Los sistemas, las regiones y los esquemas de poder en http://www.oei.es/revistactsi/numero5/articulo6.htm

¿Cuáles deberían ser los conocimientos del nuevo ciudadano?
En este orden de ideas el nuevo ciudadano, para ser competitivo en el mercado laboral, utilizando las competencias, las destrezas y las actitudes, en primera medida requiere, permanente actualización, para estar a la altura de los cambios acelerados, con unos principios o valores a prueba de todas las amenazas y tentaciones que le pueden ofrecer, con una personalidad equilibrada para establecer excelentes relaciones interpersonales así como, unas actitudes positivas frente a la permutación y continua actualización de las competencias y destrezas productivas, un carácter recio, con fuerza de voluntad, espíritu de trabajo en equipo, una actitud abierta, reflexiva, activa y decidida.

Por otra parte a nivel práctico, deberá tener las competencias fundamentales, relativas al conocimiento de la informática y tecnologías de la comunicación, el conocimiento de redacción escrita (ortografía gramatical) del idioma nativo, las competencias organizacionales y administrativas, el conocimiento básico de aspectos económico-financieros, así como la necesaria cultura general de información básica de la sociedad y los valores éticos-morales.
Es por esta razón que los profesionales de la era actual, no solamente han de requerir el conocimiento necesario de una especialidad profesional y/o oficio, sino que además deberán introducirse en una mentalidad propicia al conocimiento multidisciplinario y diverso, pues la dinámica cambiante de los marcos sociales, económicos, tecnológicos y productivos le impulsarán a tener una preparación integral que le permita estar listo para lo impredecible .

Como con las nuevas competencias de aprendizaje, lo esencial es buscar experticia en competencias comunicacionales, competencias emocionales (inteligencia emocional) y actitudinales, competencias cognitivas, desarrollo del pensamiento lateral, jerarquización de conocimientos, hipervinculación, gestión exitosa de datos, construcción del conocimiento, desarrollo y fomento de la creatividad. Ser inmigrantes digitales.

Ante estos razonamientos, surgen cada vez más preguntas.
¿En la actualidad las instituciones educativas como medios reproductores del conocimiento, y como organismos que tienen la competencia en la formación profesional y laboral de las personas, son conscientes de tal desafío social?
Se espera la reflexión consciente, con la posición de guiarlos y educarlos en una carrera escolar, que inicia desde la infancia hasta la preparación de los profesionales para la consecuente irrupción en la economía productiva. Es así como las instituciones educativas, desde la escuela básica y media, hasta las universidades e institutos de formación profesional técnica, van a desarrollar diversos roles en el ámbito académico y de producción del conocimiento, para la formación de los recursos humanos.

De igual forma las universidades e institutos técnicos profesionales han de realizar una labor de constante actualización, como productores del conocimiento científico, deberían invertir gran parte de sus esfuerzos en la labor investigativa, para mantener la dinámica del desarrollo socioeconómico, desafortunadamente en los países tercer-mundistas como el nuestro es donde más se evidencia tal debilidad.

¿Entonces cuál es el rol del docente?
Ante el paradigma de la sociedad del conocimiento, en la actual era de la información y de las nuevas tecnologías, los roles del docente moderno han de ser conformes con las nuevas realidades del cambiante mundo en que se vive, lo esencial es la formación del capital humano, para que puedan ser exitosos y optimicen las condiciones sociales de su entorno.

Por su parte el docente se debería caracterizar, como innovador que promueva sujetos pensantes, creativos, críticos, analíticos, dinámicos y asertivos que impulsen las correlaciones del cambio en la economía, la sociedad y las instituciones. Promover en el proceso de enseñanza – aprendizaje, formando profesionales competitivos de la actualidad y preparados para un futuro indescifrable.
Con competencias pedagógicas enmarcadas en la necesidad de poseer destrezas técnicas que permitan la utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación e información en el proceso de enseñanza – aprendizaje en el aula de clase y el ámbito académico.

El uso de medios técnicos tales como: Programas informáticos, las presentaciones de data show en power point, la utilización de diapositivas en retro proyector, el uso del tablero electrónico-digital con conexiones a redes y datos, la realización de videoconferencias en tiempo real, a lugares remotos, el uso de medios audiovisuales y de video en las clases, así como la eficiente utilización de diversas tecnologías especificas de uso, serán medios y herramientas que permitirán un desempeño óptimo de la función del docente en el proceso de enseñanza – aprendizaje.

Capacitarse continuamente para utilizar las nuevas tecnologías, con el propósito de promover el disfrute ante la percepción de aprendizaje y que cuánto más disfruta el estudiante puede ser (El entorno virtual), más experimenta que está aprendiendo, promocionar el conectivismo, no solo para estar en contacto con los amigos, sino para acceder a la nueva información, documentación y complacencia de temas relacionados con las áreas del conocimiento.

Desempeñar el rol de mediador de aprendizaje, propuesta desarrollada por Zúñiga, Valenzuela y Peñafiel (2003). Desde tres campos vitales: Lo metodológico-mediacional, reflexivo-profesional y afectivo

Desde estos puntos de vista el rol del maestro es el mismo ayer, hoy y siempre porque deja de ser un experto infalible (excepto el método tradicional), para ser una persona abierta al diálogo y a los cuestionamientos, porque el conocimiento es una construcción del ser humano, que se realiza con los esquemas que ya posee la persona, es decir, la construcción en su relación con el medio que lo rodea. El docente se sitúa en una posición vertical, supliendo aquellos aspectos que el alumno no es capaz de solucionar, guiándole, dándole instrucciones, centrando su atención en los elementos centrales de la tarea, que puedan permitirle comprenderla.

Finalmente, el nivel afectivo creando un buen ambiente escolar, debe permitir al estudiante sentirse acompañado, seguro, querido y tranquilo, posibilitando así un desarrollo personal significativo. Considerando que, según Rodrigo y Arnay (1997) los buenos aprendizajes requieren de un clima distendido, afectivo y personalizado, basado en el respeto y en los intereses y las características personales de los educandos, a la hora de abordar una tarea de aprendizaje, haciendo un esfuerzo para comprender el modo de ser de los estudiantes como también su forma particular de ver el mundo.

Promover el trabajo en equipo, la motivación, la tolerancia, capacidad de adaptación, aprovechar al máximo los recursos, realizar una adecuada selección tanto de los recursos tecnológicos como de la información, ser capaz de utilizarlas y realizar una coherente integración curricular en el aula.
Culminando, el rol docente es un eje central en direccionar y potenciar los saberes de los estudiantes. Quiéranlo o no, es un modelo para sus estudiantes e, inevitablemente, va a comunicar su voluntad y compromiso personales para incidir en la construcción de conocimientos.

Estas reflexiones están sobre una base de lo ideal, pero soy consciente que así como existen en todas las profesiones unos excelentes profesionales, unos menos que otros, y algunos como opinarían muchos son malos, es mejor destacar lo positivo de lo negativo, reflexinar sobre el quehacer diario, tratar de cambiar, despojarse de los malos hábitos, pensando eso si en mejorar la labor cotidiana, en aras de convertirse en el protagonista de la nueva sociedad del conocimiento


BIBLIOGRAFÍA

ABARZA, M. El profesor y la función docente, en busca de una imagen. Tesis de. 1980
BURÓN, J. Enseñar a aprender: introducción a la metacognición. Bilbao: Ediciones Mensajero. 1993

CRESPO, N. y Ascorra, P. El desarrollo de la capacidad autorreflexiva: posibles vínculos entre el clima social de aula y la metacomprensión lectora. Psykhe. 2003

HUERTAS, J. A. Motivación, querer aprender. Buenos Aires: Aique.2001

MARCHESI, A., COLL, C. Y PALACIOS, J. Desarrollo psicológico y educación, II. Madrid. Alianza Editorial. 1990


ARNAY, P. Rodrigo. La construcción del conocimiento escolar. Barcelona. Paidós. 1997